Farmacéutico la historia de mi decisión de estar en este camino.
Tiene un poco de tiempo que no paso por acá redactando un texto de cosas que se me ocurren, que investigo, que tal vez no ocurrieron o simplemente pasaron en otro lugar y se me antojo escribir, o también fui partícipe de lo que relato y necesito tiempo para digerirlo, guardarlo, pensarlo y contarlo.
Platicando con Martín Bonfil (autor del blog la ciencia por gusto) me animo a seguir escribiendo en este espacio. Ahora viene a mi mente la decisión de continuar estudiando la carrera de Químico Farmacéutico Biólogo en la UNAM en un tiempo donde pues uno no sabe de si mismo por cuestiones de madurez y los golpes que va dando la vida al paso del tiempo, para contar mi decisión es importante contextualizar y contar una experiencia que marcará mi vida y posteriormente a esto, la decisión fue muy fácil de tomar.
Cabe señalar que algún día fui orgulloso miembro del Comité de Juventud de la honorable Cruz Roja Mexicana, en resumen fue una parte que marcó mi vida y me formé un poco en la cuestión humanitaria, con lapsos de asistencia continua, otras veces sin ir en temporadas dejando eso a la deriva.
Destacó que este paso fue durante mi adolescencia y hasta antes de los 18 años, conocí gente de monedas muy valiosa que regalaba su tiempo a los demás, sin nada a cambio, algunas veces era ir a un lugar remoto de Tlalnepantla y llevar juguetes y ropa a niños que pues carecían de muchas cosas materiales, afectivas no lo sé, otras veces era ir a sede central a llenar, clasificar, acomodar despensas para los damnificados por algún desastre natural. También nos enseñaron primeros auxilios, montar un campamento, saltos (tigre, campana, son los que recuerdo) a capacitar gente en otros temas, creo que olvidó lo más importante que me enseñó mi paso por ese comité la gran frase de Jean Henry Dunant "tutti fratelli" que significa "seamos todos hermanos". La frase es fácil de leer pero difícil de lograr, dónde la aplicación y llevar a la realidad es un arte, es algo difícil de conseguir ya que la misma frase surge de un conflicto bélico.
Este paso por el Heroico comité de la Cruz Roja de la Juventud es inolvidable e indudablemente marcó mi vida. Posteriormente tomé un curso de técnico en urgencias médicas ( saludos a la generación 14 de la delegación Lázaro Cárdenas Tlalnepantla). En dicho curso tenía en ese entonces prácticas en hospital y en ambulancia, esto es indispensable para formar capital humano y que continuamente existan técnicos en urgencias médicas que nos ayuden durante una emergencia, por cierto no solo hacen eso, también saben rescatar personas en agua, montañas, prensados por un choque y una serie de cosas maravillosas que saben hacer (mi mayor reconocimiento a ellos), me tocó primero en ambulancia y pues tienes que juntar un número de horas de práctica, cosas que vi, muchas unas feas, otras bellas, como todo en la vida. Posiblemente se preguntarán lo más feo, un accidente en motocicleta con dos personas jóvenes en donde la mujer de llevó la peor parte ya que se tenía un pronóstico muy sombrío que comprometía su vida (no llevaban casco) y lo más bello, el nacimiento de un niño plena ambulancia.
Uno práctica bajo supervisión y capacitación, pero el adquirir habilidades en esas prácticas es difícil (lo fue para mí) y tras no poder controlar los nervios en varias ocasiones y descanalizar a un paciente en una emergencia y ponerlo en riesgo, es mejor hacerse a un lado y dar paso a otras personas que sean más capaces que uno, desistir de la idea de estar en el ámbito prehospitalario fue lo mejor ya no quise intentar cambiar de licenciatura, regrese a lo que ahora es y será uno de los lugares más preciados como lo es la FES Cuautitlán UNAM por un sinnúmero de acontecimientos vividos en dicha facultad y que hasta ahora me siguen dando satisfacciones.
Uno de ellos fue, lo tengo tatuado en mi mente en mis recuerdos, tan grabado que es mi diario vivir, el primer contacto con algo relacionado al ejercicio de un Farmacéutico fue con la maestra Maru la querida maestra María Eugenia Posada, enfermo de las vías respiratorias y tras acudir a dos médicos sin mostrar mejoría alguna a dos tratamientos y a un crecimiento inexplicable de mis labios, lesiones en las manos y en otro lugar que no les quiero decir, pero era doloroso orinar.
No sé porqué ni cómo fue que acudí con la maestra Maru (mi mentora) y como si fuera un sabueso me vio y me preguntó ¿estás tomando algún medicamento? La respuesta no la recuerdo si le dije inmediatamente que sí o qué pasó en realidad. Respondí que tomaba sulfametoxazol/trimetoprim y que no mejoraba, que la estaba pasando mal, acto seguido me respondió "estás presentando una reacción adversa a ese medicamento y si lo sigues tomando puede ser más grave, es mejor que ya no lo tomes más"
La verdad me sentí tan mal que le hice caso, llegando a casa me di cuenta que ambos médicos me mandaron el mismo activo en diferentes marcas. ¡Que bruto! ¿Por qué no me dí cuenta? Porque uno pues básicamente no sabe, uno va al médico y se toma lo que le mandan ( no es tierra para mis amigos médicos). Posteriormente no tome más medicamentos y el cuadro del efecto adverso desapareció después de 1 mes, es real, los labios se me pelaron, se me inflamaron de una manera muy rara, las palmas se me pelaron, el prepucio se me peló tal cual si me hubieran lastimado sistemáticamente, esto fue lo más difícil ya que con cada erección natural después de dormir la herida se generaba nuevamente y pues el proceso de curación fue largo y doloroso.
Tras el relato de mi reacción adversa a las sulfas, me entere que existe una figura profesional que ayuda a la distinguir de este tipo de síntomas y puede encontrar la correlación entre un agente causal y la expresión de lo ya contado, que en este caso, no se necesitan más medicamentos para remediar el mal generado por algo que busca curar algo, de hacer un bien en uno, pero pues el cuerpo reacciona a todo lo que le metas al mismo con fines de curar o de divertirse.
Lo escribe Roald Hoffman en su obra lo mismo y no lo mismo "El que un ser humano sensato pueda tener una actitud ambivalente a las sustancias químicas, y ver en ellas perjuicio y beneficio no es signo de irracionalidad sino de humanidad"
En la actualidad afortunadamente sigo contando con mi maestra Maru, platicamos de esos malditos efectos secundarios que nadie quiere que se presenten y no solo hablamos de ello, tampoco solo hablo con ella de los efectos adversos ya que sforafortunadam somos más quienes queremos ser Farmacéutico y ayudar a los demás con la disminución de algún factor que lo pueda afectar por el uso de un medicamento donde la ecuación farmacéutico= farmacovigilancia no es en ese sentido.
Cuidados sugeridos al paciente + disminución de riesgos + mejor elección de un tratamiento + ayuda a otros profesionales de la salud al cuidado del paciente + detección oportuna de un problema relacionado a la medicación + educación al paciente + trabajo en equipo + estudio continuo + maestro + investigación + negociador + líder y lo que sume para mi es = farmacéutico
Con lo antes escrito me he dado por tener satisfacciones a diario, en el plano profesional y personal, tratando de ayudar a otros con lo poco que se y que aún considero que el camino es bastante largo de recorrer, aún faltan más experiencias, aprender aún mucho más, desarrollar nuevas habilidades, como lo puede ser el redactar este texto y hacer el ejercicio de la comunicación.
Saludos.
Platicando con Martín Bonfil (autor del blog la ciencia por gusto) me animo a seguir escribiendo en este espacio. Ahora viene a mi mente la decisión de continuar estudiando la carrera de Químico Farmacéutico Biólogo en la UNAM en un tiempo donde pues uno no sabe de si mismo por cuestiones de madurez y los golpes que va dando la vida al paso del tiempo, para contar mi decisión es importante contextualizar y contar una experiencia que marcará mi vida y posteriormente a esto, la decisión fue muy fácil de tomar.
Cabe señalar que algún día fui orgulloso miembro del Comité de Juventud de la honorable Cruz Roja Mexicana, en resumen fue una parte que marcó mi vida y me formé un poco en la cuestión humanitaria, con lapsos de asistencia continua, otras veces sin ir en temporadas dejando eso a la deriva.
http://cruzrojapuebla.org/?page_id=274
Foto tomada de http://peninsulardigital.com/sociedad/personajes/recordando-a-jean-henry-dunant-el-padre-de-la-cruz-roja/75388
Este paso por el Heroico comité de la Cruz Roja de la Juventud es inolvidable e indudablemente marcó mi vida. Posteriormente tomé un curso de técnico en urgencias médicas ( saludos a la generación 14 de la delegación Lázaro Cárdenas Tlalnepantla). En dicho curso tenía en ese entonces prácticas en hospital y en ambulancia, esto es indispensable para formar capital humano y que continuamente existan técnicos en urgencias médicas que nos ayuden durante una emergencia, por cierto no solo hacen eso, también saben rescatar personas en agua, montañas, prensados por un choque y una serie de cosas maravillosas que saben hacer (mi mayor reconocimiento a ellos), me tocó primero en ambulancia y pues tienes que juntar un número de horas de práctica, cosas que vi, muchas unas feas, otras bellas, como todo en la vida. Posiblemente se preguntarán lo más feo, un accidente en motocicleta con dos personas jóvenes en donde la mujer de llevó la peor parte ya que se tenía un pronóstico muy sombrío que comprometía su vida (no llevaban casco) y lo más bello, el nacimiento de un niño plena ambulancia.
Uno práctica bajo supervisión y capacitación, pero el adquirir habilidades en esas prácticas es difícil (lo fue para mí) y tras no poder controlar los nervios en varias ocasiones y descanalizar a un paciente en una emergencia y ponerlo en riesgo, es mejor hacerse a un lado y dar paso a otras personas que sean más capaces que uno, desistir de la idea de estar en el ámbito prehospitalario fue lo mejor ya no quise intentar cambiar de licenciatura, regrese a lo que ahora es y será uno de los lugares más preciados como lo es la FES Cuautitlán UNAM por un sinnúmero de acontecimientos vividos en dicha facultad y que hasta ahora me siguen dando satisfacciones.
https://prensafesc.wordpress.com/2017/08/11/somos-unam-somos-fes-cuautitlan/
Uno de ellos fue, lo tengo tatuado en mi mente en mis recuerdos, tan grabado que es mi diario vivir, el primer contacto con algo relacionado al ejercicio de un Farmacéutico fue con la maestra Maru la querida maestra María Eugenia Posada, enfermo de las vías respiratorias y tras acudir a dos médicos sin mostrar mejoría alguna a dos tratamientos y a un crecimiento inexplicable de mis labios, lesiones en las manos y en otro lugar que no les quiero decir, pero era doloroso orinar.
No sé porqué ni cómo fue que acudí con la maestra Maru (mi mentora) y como si fuera un sabueso me vio y me preguntó ¿estás tomando algún medicamento? La respuesta no la recuerdo si le dije inmediatamente que sí o qué pasó en realidad. Respondí que tomaba sulfametoxazol/trimetoprim y que no mejoraba, que la estaba pasando mal, acto seguido me respondió "estás presentando una reacción adversa a ese medicamento y si lo sigues tomando puede ser más grave, es mejor que ya no lo tomes más"
La verdad me sentí tan mal que le hice caso, llegando a casa me di cuenta que ambos médicos me mandaron el mismo activo en diferentes marcas. ¡Que bruto! ¿Por qué no me dí cuenta? Porque uno pues básicamente no sabe, uno va al médico y se toma lo que le mandan ( no es tierra para mis amigos médicos). Posteriormente no tome más medicamentos y el cuadro del efecto adverso desapareció después de 1 mes, es real, los labios se me pelaron, se me inflamaron de una manera muy rara, las palmas se me pelaron, el prepucio se me peló tal cual si me hubieran lastimado sistemáticamente, esto fue lo más difícil ya que con cada erección natural después de dormir la herida se generaba nuevamente y pues el proceso de curación fue largo y doloroso.
Tras el relato de mi reacción adversa a las sulfas, me entere que existe una figura profesional que ayuda a la distinguir de este tipo de síntomas y puede encontrar la correlación entre un agente causal y la expresión de lo ya contado, que en este caso, no se necesitan más medicamentos para remediar el mal generado por algo que busca curar algo, de hacer un bien en uno, pero pues el cuerpo reacciona a todo lo que le metas al mismo con fines de curar o de divertirse.
Lo escribe Roald Hoffman en su obra lo mismo y no lo mismo "El que un ser humano sensato pueda tener una actitud ambivalente a las sustancias químicas, y ver en ellas perjuicio y beneficio no es signo de irracionalidad sino de humanidad"
En la actualidad afortunadamente sigo contando con mi maestra Maru, platicamos de esos malditos efectos secundarios que nadie quiere que se presenten y no solo hablamos de ello, tampoco solo hablo con ella de los efectos adversos ya que sforafortunadam somos más quienes queremos ser Farmacéutico y ayudar a los demás con la disminución de algún factor que lo pueda afectar por el uso de un medicamento donde la ecuación farmacéutico= farmacovigilancia no es en ese sentido.
Cuidados sugeridos al paciente + disminución de riesgos + mejor elección de un tratamiento + ayuda a otros profesionales de la salud al cuidado del paciente + detección oportuna de un problema relacionado a la medicación + educación al paciente + trabajo en equipo + estudio continuo + maestro + investigación + negociador + líder y lo que sume para mi es = farmacéutico
Con lo antes escrito me he dado por tener satisfacciones a diario, en el plano profesional y personal, tratando de ayudar a otros con lo poco que se y que aún considero que el camino es bastante largo de recorrer, aún faltan más experiencias, aprender aún mucho más, desarrollar nuevas habilidades, como lo puede ser el redactar este texto y hacer el ejercicio de la comunicación.
Saludos.
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