Nuestros abuelos y los medicamentos
Ya tenía algo de tiempo que no me daba por escribir algo por acá, pero siempre uno vuelve a hacer cosas que a uno le gustan y está es una de las tantas que me atrapan.
No es novedad que nuestros abuelos (los que tenemos dicha de tenerlos) tomen medicamentos para todos los males que tienen y por acostumbramiento, todos lo haremos algún día, tanto por enfermedad como por acostumbramiento. ¿A caso a muchos no les suena que el abuelo de algún amigo toma una pastilla para que duerma bien y esa pastilla que toma el abuelo la consume desde hace 30 años? O sabes que tu abuelo y el de muchos más toman N cantidad de medicamentos cual si fuera un juego de lotería, metformina, digoxina, amantadina, diazepam, sotalol, metoprolol, insulina, timolol, ambroxol (¿alguien ya ganó?) No es ni el 0.1% de la cantidad de medicamentos que pueda encontrar un profesional de la salud al realizar una entrevista para un paciente de la tercera edad.
Quiero traer el recuerdo de un capítulo de una serie de Discovery que vi hace tiempo, la serie se llama Untold Stories of the E.R, el problema es que no he encontrado el capítulo ni la temporada.
En ese capítulo me marco un evento tan absurdo y tan peligroso, resulta que es un matrimonio donde ambos son de la tercera edad y el hombre es que está más enfermo y acuden a la sala de urgencias, él se ponía muy grave al punto de que su tensión arterial se iba al piso (como una encuesta de aprobación del presidente/gobernador/alcalde) y dicha condición lo ponía al borde de la muerte.
La urgencióloga está realizando sus deducciones para abordar al paciente pero, pues el paciente no daba pistas de otra enfermedad, una nueva, algo que ese mismo día pudo aparecer. Todos en la sala no entendían la gravedad del paciente y se cuestionaban múltiples puntos para darle solución al problema de salud del varón.
La esposa muerta en angustia pues menos sabía lo que le pasaba a su compañero de vida y todos sabemos lo que se siente en el momento que un ser querido está grave, la esposa va con la doctora y le comenta que el marido quiere ir al baño, acto seguido, la doctora le pide a la esposa que acompañe al baño a su marido, tardan un poco y posterior a unos minutos, la esposa sale del baño pidiendo ayuda ya que su compañero está desvanecido en el baño y nuevamente en caos reina en la sala. Todos no saben lo que pasa pero el señor continúa con una tensión más abajo de lo normal, al borde del colapso, de no volver, de tomar otra forma en este mundo o en otro. La doctora sospecha de la esposa y le pide el bolso (sospecha de que lo está envenenando) lo reviso y la sorpresa fue que la esposa traía dos pomadas una era lidocaína y la otra era nitroglicerina.
El paciente padecía de algo muy común en la sociedad, tenía hemorroides y para calmar el dolor, debía de untar lidocaína posterior al aseo que uno hace normalmente cuando acude al baño, no se espante es NORMAL. La nitroglicerina se le tiene que untar en el pecho debido a una patología que afectaba a su corazón (angina de pecho/ falla cardíaca congestiva), entonces el matrimonio no se dio cuenta que la nitroglicerina la aplicaba en el recto y la lidocaína en el pecho (sé que puede dar risa o alguien puede estar aterrado) pero la baja en el número de latidos de su corazón era por el efecto de la nitroglicerina que era untada en un lugar que no era adecuado, en un lugar altamente irrigado por la sangre y esta es un vehículo super ideal para llevar una molécula de un lado a otro en el cuerpo, usted al tomar un medicamento por vía oral, al pasar a su estómago y luego de un vaciamiento, el medicamento vaya a sangre y llegue a dónde va a actuar, aclarado el punto y reiterando el lugar de aplicación la nitroglicerina ayudó al evento de paciente, tiene la propiedad de relajar los vasos y generar hipotensión, por cierto el pecho no le dolía por efecto de la lidocaína.
Lo que hicieron es que le marcaron las pomadas con dos distintos colores y les dijeron en qué sitio se unta correctamente, el acto se resolvió con una acción tan burda, tan absurda,tan ilógica, pero nadie educó a los señores y nadie les explicó el sitio de administración, no existe prueba más fuerte que su mal rato en urgencias. Los que andamos en el cuidado de los pacientes hacia el consumo de sus medicamentos luego leemos que el paciente ingresa por caída desde su propia altura, el paciente ingresa por sufrir caída en el baño, ellos no ingresan por su o sus patologías originales, muchas veces es por fracturas en X sitio del cuerpo, trauma craneoencefálico, en fin esto del consumo de medicamentos no es juego, no es broma, no son dulces y desgraciadamente afectan más a nuestros abuelos.
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