¿Existe algún medicamento para curar la angustia?
Hace poco tiempo me toco una de las experiencias más crudas con respecto a la interacción de un profesional de la salud y los familiares que están al pie de la cama del paciente. Estaba revisando la medicación de un joven que desgraciadamente tiene una lesión en sistema nervioso central que le condicionará su vida provocada por una golpiza y una inadecuada atención (es mi criterio), la atención no se le brindo en tiempo y forma, es por ello que su mal evolucionó y hasta que recibió atención adecuada era un poco tarde, en fin ese no es el punto.
Al estar revisando toda la medicación se acerca el papá y me pide ayuda para que acomodemos el tubo endotraqueal para brindar más confort a su hijo y la pase mejor, le explique que no soy ese profesional pero que inmediatamente le haría llamar a un médico o enfermera para auxiliarlo, acto seguido me cuestiono, entonces usted que hace?......
Le explique la participación de un farmacéutico en el proceso de atención a su hijo y el señor agradeció la información, se quedó pensando y le vi como indeciso, preguntó de nuevo hacia un servidor ?existe un medicamento para esta angustia? Me mato, frío, helado, sin pulso por un momento, (no sé si paso un segundo, dos o toda la vida) yo creo que es la pregunta más difícil que he tenido en mi vida profesional, que buena pregunta, me respondí en mi cabeza (sigo pensando que me dejo helado, tal vez me aplico la mejor jugada de ajedrez para llegar al mate con un solo movimiento). Le respondí que debería platicar más con alguien de su entera confianza, no sé si su mujer, papá, mamá, mejor amigo, pero que era necesario sacar toda la emoción para tener lúcida la mente (pero me imagino que en esos momentos no es muy fácil).
A todo esto quiero traer a esta situación la formación que tenemos como farmacéuticos, es muy buena, podría decir que la mejor (al menos la que se me brindo sí), pero en qué momento se te enseña el arte de los sentimientos, eres un profesional sin duda, pero dentro de este también corre sangre y sentimientos muy fuertes, por qué te has de tragar todo eso y no abrazar al paciente y prestarle tu hombro para que se desahogue?, decirle "señor lo comprendo pero no existe hasta la fecha remedio para ello" y llorar con el de comprenderle y saber que la está pasando muy mal. Sé que no es posible todo ello y que jamás nos formaran para eso a lo más que se puede es a ser empático, pero porque nosotros no nos hemos preocupado para formular un medicamento para la angustia, aún más allá, ¿las instituciones que fondean investigaciones la pagarían? ¿Qué laboratorio pagaría por el desarrollo? ¿Existiría patente para ello? Si se llegara a crear tal vez a la organización que otorga el Nobel se pondría en predicamento y tal vez tendría que crear una edición especial que abarque todos los premios a la vez.
No creo que se logre y que tal vez nunca exista esto que planteo, simplemente quiero expresarlo en estas líneas ya que el control de la emociones es una cuestión simplemente que no está en las manos que un profesional de la salud, es algo que no se ve a simple vista, en fin, seguiremos al pie del cañón cuidando a nuestros pacientes y escuchando a los familiares. Regresando al señor que desencadeno todo esto cual si fuera un mecanismo de acción dentro de un servidor, agradeció y se metió a la habitación de su hijo y le comenzó a cantar..... ¡Venga hijo! Oye, abre los ojos, mira hacia arriba, disfruta las cosas buenas que tiene la vida.......... Les dejo una cancion.
Le explique la participación de un farmacéutico en el proceso de atención a su hijo y el señor agradeció la información, se quedó pensando y le vi como indeciso, preguntó de nuevo hacia un servidor ?existe un medicamento para esta angustia? Me mato, frío, helado, sin pulso por un momento, (no sé si paso un segundo, dos o toda la vida) yo creo que es la pregunta más difícil que he tenido en mi vida profesional, que buena pregunta, me respondí en mi cabeza (sigo pensando que me dejo helado, tal vez me aplico la mejor jugada de ajedrez para llegar al mate con un solo movimiento). Le respondí que debería platicar más con alguien de su entera confianza, no sé si su mujer, papá, mamá, mejor amigo, pero que era necesario sacar toda la emoción para tener lúcida la mente (pero me imagino que en esos momentos no es muy fácil).
A todo esto quiero traer a esta situación la formación que tenemos como farmacéuticos, es muy buena, podría decir que la mejor (al menos la que se me brindo sí), pero en qué momento se te enseña el arte de los sentimientos, eres un profesional sin duda, pero dentro de este también corre sangre y sentimientos muy fuertes, por qué te has de tragar todo eso y no abrazar al paciente y prestarle tu hombro para que se desahogue?, decirle "señor lo comprendo pero no existe hasta la fecha remedio para ello" y llorar con el de comprenderle y saber que la está pasando muy mal. Sé que no es posible todo ello y que jamás nos formaran para eso a lo más que se puede es a ser empático, pero porque nosotros no nos hemos preocupado para formular un medicamento para la angustia, aún más allá, ¿las instituciones que fondean investigaciones la pagarían? ¿Qué laboratorio pagaría por el desarrollo? ¿Existiría patente para ello? Si se llegara a crear tal vez a la organización que otorga el Nobel se pondría en predicamento y tal vez tendría que crear una edición especial que abarque todos los premios a la vez.
No creo que se logre y que tal vez nunca exista esto que planteo, simplemente quiero expresarlo en estas líneas ya que el control de la emociones es una cuestión simplemente que no está en las manos que un profesional de la salud, es algo que no se ve a simple vista, en fin, seguiremos al pie del cañón cuidando a nuestros pacientes y escuchando a los familiares. Regresando al señor que desencadeno todo esto cual si fuera un mecanismo de acción dentro de un servidor, agradeció y se metió a la habitación de su hijo y le comenzó a cantar..... ¡Venga hijo! Oye, abre los ojos, mira hacia arriba, disfruta las cosas buenas que tiene la vida.......... Les dejo una cancion.
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